Una independentista gobernará Ripoll con un discurso antiinmigración

Casi una de cada tres papeletas depositadas el pasado domingo en las urnas de la población apoyaron a esta joven política, que en su lema electoral lanzó un elocuente ‘Salvem Ripoll!!!’ y que defiende proclamar unilateralmente el Estat català. El discurso antiinmigración ha sido explotado por otros partidos a lo largo del territorio nacional, pero este caso es singular. La célula yihadista responsable del atentado de la Rambla de Barcelona se fraguó y radicalizó en esta localidad, que ahora ha optado por votar masivamente a una candidata que criminaliza a las minorías raciales, y las asocia al crimen y el empeoramiento en general de la vida de los vecinos.

Al menos en público no pocos de ellos muestran sorpresa por el resultado obtenido por Orriols. Al parecer esperaban que acumulara algo de representación, pero no el empuje con que su fuerza política ha sido agraciada en las pasadas municipales, pasando de un regidor a seis y agarrando la virtual vara de mando. Además, Aliança Catalana ha obtenido un concejal en las otras dos localidades donde presentó candidatura, Ribera d’Ondara (Lleida) y Manlleu (Barcelona). Una semilla en cada provincia catalana, a excepción de Tarragona, desde la que, tal vez, extender una oleada mucho mayor.

De hecho, Aliança Catalana asegura haber experimentado en estos días un aluvión de «cientos» de peticiones de ciudadanos interesados en su programa y sus promesas. Según los medios regionales catalanes, Orriols se presentó con el FNC a los comicios de 2019 y obtuvo un lugar en el consistorio ripollés. Rompió su carné menos de un año después y fundó su plataforma, a través de la cual denuncia el «agravio de las ayudas públicas contra los catalanes» en beneficio de la inmigración y propone, a semejanza de su anterior matriz, «frenar el islamismo» y «prohibir el velo islámico en los trabajadores municipales».

Algunos hacen hincapié en los temores de la comunidad magrebí de Ripoll de que estos postulados políticos envenenen la convivencia y acabe por suceder una desgracia. Mientras tanto, una constatación; la mezquita no la cerrará ni Sílvia Orriols ni nadie en un país en el que, hasta este momento, se respeta la libertad religiosa y de culto. También la de los musulmanes.