
Cuatro meses después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, y ante el feo aspecto que cogía el asunto para la seguridad occidental, hubo en Madrid una Cumbre de la OTAN con todos los líderes mundiales debatiendo en el Museo del Prado junto a Las meninas de Velázquez. Todavía no era presidente Trump, sino Biden, pero aun así recuerdo que la cosa terminó cambiando de océano, del Atlántico al Pacífico, y en lugar de acusaciones a Rusia por la guerra, se firmó un manifiesto que acusaba a China de «subvertir el orden internacional». Por qué China, escribí entonces totalmente estupefacto, si jamás ha invadido a nadie, ni colonizado nada, y en cambio ha soportado docenas de invasiones históricas, de lo que da fe la Gran Muralla China, estrictamente defensiva, y la famosa peli de 1963 55 días en Pekín. Ni siquiera se han vengado de Japón, cuya segunda y última invasión (1931-1945) dejó 35 millones de muertos. Y sin embargo, en plena guerra de Ucrania, ya era China la que subvertía el orden internacional.
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Enlace de origen : Si hay que escoger, voy con China