Vamos a desglosar en detalle los seis elementos alimentarios que, según Naidoo, podrían estar causando un deterioro en nuestra función cerebral si se consumen en exceso.
Aceites industriales
Derivados en gran parte de semillas como la soja o el maíz, estos aceites están llenos de ácidos grasos omega-6. Aunque estos son necesarios en una dieta balanceada, su exceso puede provocar inflamación en nuestro cuerpo y cerebro. Este desequilibro en la ingesta de ácidos grasos finalmente puede afectar nuestra salud cerebral.
Azúcares añadidos
El azúcar refinado es perjudicial. A pesar de que el cerebro necesita glucosa para funcionar, el sobrante de azúcares añadidos se puede convertir en un veneno lento. Estos azúcares, presentes tanto en alimentos dulces como en productos procesados salados, podrían llevar a problemas de memoria y reducir la plasticidad del hipocampo, una región del cerebro esencial para la memoria.
Alimentos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados, aunque cómodos, están vinculados con el acortamiento de los telómeros y un incremento en el riesgo de depresión. Un consumo excesivo de estos productos puede acelerar los procesos degenerativos y deteriorar la salud mental.
Edulcorantes artificiales
No todo lo que no engorda es saludable. Los edulcorantes artificiales, como la sacarina, la estevia o la sucralosa, pueden alterar la flora intestinal y no tienen valor nutricional. Naidoo advierte sobre su potencial impacto negativo en el estado de ánimo y la salud mental.
Frituras
Las deliciosas frituras y alimentos rebozados están relacionados con una disminución en las funciones de memoria y cognición. Son cómodos y populares, pero también suelen contener altas cantidades de grasas saturadas, vinculadas a enfermedades cardiovasculares y el riesgo de accidentes cerebrovasculares. Por ello, el método de cocción es vital, y se recomienda optar por el horno o cocciones al vapor.
Alcohol
El consumo excesivo de alcohol daña el cerebro, afectando células cerebrales y dificultando el aprendizaje y la memoria. Incluso un consumo moderado ha sido relacionado con una reducción de la materia gris cerebral. Según Naidoo, no hay un nivel seguro de consumo de alcohol para la salud cerebral.
Decisiones alimentarias conscientes para un cerebro saludable
El estudio de Harvard muestra que una alimentación equilibrada y rica en nutrientes como los ácidos omega-3, los flavonoides y las vitaminas B12, E y K, es esencial para mantener una mente sana y en forma a largo plazo. Evitar o limitar estos seis elementos habituales de nuestra dieta puede marcar una gran diferencia en nuestra salud mental y cognitiva. Así que, al igual que cuidamos nuestro cuerpo, no debemos olvidar nutrir nuestra mente correctamente.