El Hospital Mateu Orfila solo ha aportado este año una donación de sangre de cordón umbilical al total de 67 que se han registrado en Balears. Este tipo de extracciones, esenciales para los trasplantes de médula, comenzaron a practicarse en el hospital menorquín en 2010 y, aunque no hay un balance global de sus resultados, las cifras no acaban de despegar: los primeros seis años fueron 92 donaciones en total y la curva, desde 2016, ha sido descendente; en 2017 dos madres donaron, en 2018 fueron cinco, y este 2024 –con datos cerrados a 12 de diciembre–, ha habido una única donación voluntaria.
La situación contrasta, según información de la Conselleria de Salud, con la del Hospital de Can Misses, en Eivissa, donde se han obtenido 60 donaciones (todas ellas voluntarias) de las 67 de los once primeros meses del año en Balears. Can Misses es la excepción, ya que en hospitales con muchos más nacimientos como Son Espases y Son Llàtzer este años se han registrado tres donaciones de sangre de cordón umbilical en cada uno de ellos. En el Hospital Universitario Son Llàtzer ha habido dos donaciones voluntarias y una dirigida, y en el de Son Espases, tres donaciones todas ellas dirigidas. Las de tipo voluntario se pueden utilizar en cualquier persona compatible que lo solicite, y las de tipo dirigido están destinadas a algún familiar directo de la donante que, por su enfermedad, lo requiera.
«No es un problema local»
El programa de donación de sangre de cordón umbilical está coordinado por el banco de tejidos del Banc de Sang i Teixits de les Illes Balears (BSTIB). El director del banco de tejidos, el doctor Javier Calvo, afirmó ayer que la baja donación de sangre de cordón «no es un problema local» de Menorca, «se da en muchas maternidades de hospitales» y añade que «las madres cuando se les ofrece son partidarias, el nivel de generosidad es bueno en Balears». Desde la entidad no entran a valorar la disparidad de resultados entre Can Misses y el ‘Mateu Orfila’, «nosotros intentamos hacer y ofrecer formación, dar apoyo a los equipos de cada hospital, pero luego ya depende de cada centro», y en este sentido, destaca Javier Calvo, en el hospital de Eivissa «responden a tope». De hecho, las 60 donaciones registradas en Can Misses suponen el 89,5 por ciento de las donaciones hechas en el conjunto de la comunidad balear este año. Son unos «resultados extraordinarios», subraya la Conselleria.
En el ‘Mateu Orfila’ el doctor Calvo ve «asumible» una cifra de 50 donaciones al año, que representarían el 10 por ciento del número aproximado de partos que se registran cada año en el centro menorquín. Las donaciones obtenidas en los hospitales de Balears son enviadas al Banco de Cordón de Barcelona para su procesamiento, conservación y distribución. Los hospitales de Eivissa y Menorca las envían directamente y los centros de Mallorca las remiten primero al Banco de Tejidos. Esta colaboración interterritorial se denomina Programa Concordia.
Javier Calvo explica que la operación logística no es sencilla y eso condiciona las donaciones; en el caso de las voluntarias el parto debe ser entre semana (entre la tarde del domingo y la tarde del jueves) para que una empresa especializada transporte la sangre al Banco de Cordón. Allí una vez procesada se conserva en tanques de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero.
Las claves
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