Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Esta es la conclusión del informe redactado por una asesora jurídica del Consell -cuya identidad no se revela- sobre si se ha producido fraccionamiento de contrato en los contratos adjudicados sucesivamente por el Institut Menorquí d’Estudis para elaborar las Directrices Estratégicas de Menorca (DEM).
El informe nada aclara porque no detecta si ha existido fraccionamiento, pero tampoco lo excluye. Contradictio in terminis. Y como acostumbra a ocurrir en estos casos -ya se registraron situaciones similares con la sentencia Cesgarden-, pasamos la pelota y decimos que deberá redactarse otro informe. Así que volvemos a la casilla de salida.
Este ‘segundo’ informe ha de ser elaborado por el órgano de contratación, a quien corresponderá valorar si hubo fraccionamiento al adjudicar, por fascículos, las DEM a Jesús Cardona. El asunto, que al principio parecía muy sencillo, se complica con la aplicación del sesudo y manido criterio de Groucho Marx: «la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte».
Así, corresponde al órgano de contratación interpretar el concierto en re mayor para determinar si las diversas partes de la prestación que se han contratado por separado para que Menorca cuenta con unas Directrices Estratéticas «no son susceptibles de aprovechamiento o utilización por separado por constituir una unidad funcional entre estas».
El tercer informe
A estas alturas, después del Informe raonat de les conclusions del procediment d’investigació, que realizado y remitido por la Oficina Anticorrupción de Balears al Consell, y con el informe-confusión de la asesora jurídica, aún faltará otro, que ya será el tercero.
La presidenta del Consell, Susana Mora, dispone de tres meses -plazo que concluye a principios de mayo- para que comunique a esta Oficina las medidas adoptadas ante el supuesto fraccionamiento. Hoy constituyen una incógnita, porque el informe de la asesoría jurídica de la institución, en lugar de aclarar y despejar las dudas, abre nuevas incertidumbres.
En cualquier caso, ¿ya ha encargado la presidenta Mora el siguiente informe al órgano de contratación?, ¿quiénes integran y pulsan el teclado de este órgano?, y ¿estará redactado el informe en el plazo fijado por la Oficina Anticorrupción?
Surgen más dudas, ante la incomodidad que provoca entre los funcionarios del Consell la redacción de informes sobre expedientes que han tramitado y dictaminado previamente. ¿No habría sido más lógico y convincente encargar estos análisis fuera de la institución, mediante una auditoría externa? Porque, ¿admitirán irregularidades quienes las habrían cometido?, ¿quién controla al controlador? y, ¿se habrá aclarado este embrollo antes de las elecciones?
Viaje en el tiempo
Como en un viaje en el tiempo, reaparece el tándem de los ingenieros de Obras Públicas del PSOE-Menorca: Marc Pons y Pilar Carbonero, que nos retrotrae a los años 2007-2011, y que ahora emprenden un nuevo ciclo como número 1 y 2, respectivamente, en la candidatura socialistaal Parlament para la próxima legislatura 2023-2027.
Pons y Carbonero aparecen en una hermosa imagen preelectoral ante el hospital Mateu Orfila en lugar del Centro de Salud Canal Salat de Ciutadella, sobre cuyo futuro no se pronuncian. Eluden la que constituye, hoy, prioridad en la sanidad pública para el Poniente de Menorca.
Idéntica indefinición a la que mantiene el PSM, que tampoco se pronuncia sobre si debe construirse un segundo centro, como reclaman el PP y el Sindicato Médico (Simebal), o bien ampliar las actuales instalaciones, opción que -ahora mismo- resulta técnicamente inviable con el actual Plan General de Ciutadella. El Govern debería aprobar, primero, una declaración de interés general para los terrenos anexos. Pero, al tener la calificación de inundables habrá que estar a lo que diga y determine la dirección general de Recursos Hídricos. Mientras, no se avanza en la mejora de los servicios del IBSalut en Ciutadella.
Millet, el saqueador
Coincidieron los dos rotativos con el mismo título «Muere a los 87 años Fèlix Millet, el saqueador del Palau de la Música» (El País) y «Muere Fèlix Millet, el saqueador del Palau, a los 87 años» (La Vanguardia).
Durante años, la familia Millet disfrutó de la concesión administrativa de tres viviendas situadas en primera línea del puerto de Fornells. En 2019, cuando concluyó la vigencia de la autorización y Ports de les Illes Balears inició el proceso de reversión los Millet se negaron a salir de estas casas. Finalmente, fueron desalojados por la autoridad judicial.
Félix Millet invitó a cenar en estas viviendas, en sus tiempos de gloria y poderío, a José María Aznar y a Artur Mas.