La Guardia Civil ya investiga el crimen de Puigpunyent como violencia machista

Aunque no se descarta ningún otro tipo de hipótesis, incluida la de que ambos pudieran hubiesen planeado quitarse la vida juntos, los agentes de la Policía Judicial se inclinan en pensar que el anciano, de 82 años, y que tenía varias armas de fuego en casa, habría decidido matar con una escopeta a su mujer a primera hora de este miércoles en una de las habitaciones del número 22 de la calle Riera. Después se colocó la misma escopeta en el abdomen y se disparó a sí mismo. En este caso no fue certero y quedó herido, pero pudo telefonear él mismo al 112 para avisar de lo ocurrido.

Los agentes encargados del caso tienen previsto entrevistarse en las próximas horas con los dos hijos de la pareja y otros testigos para intentar esclarecer los motivos que llevaron a Benito a acabar de manera violenta con la vida de su mujer Juana.

El trágico suceso ha tenido lugar minutos después de las 6.30 horas. Tras la llamada realizada por el presunto autor del crimen a Emergències los primeros en acudir a la vivienda, donde ambos se habían establecido hace más o menos una década, fueron varias patrullas de la USECIC de la Guardia Civil y ambulancias del Samu-061. Después llegaría la Policía Judicial y agentes de Criminalística. Durante horas han estado en el interior del chalet adosado recopilando pruebas de lo sucedido. Una comisión judicial, encabezada por una jueza de Violencia de Género, también se ha personado en el lugar. Sobre las 13.00 horas se ordenó el levantamiento del cadáver de la víctima, que falleció casi en el acto.

Antes, poco después del disparo y tras ser evacuado en ambulancia hasta Son Espases, fue ingresado en el hospital en estado grave, aunque, en principio, no se teme por su vida y también está previsto que se le tome declaración en los próximos días.

La tranquilidad del apacible Puigpunyent se ha visto truncada a primera hora de este miércoles. La noticia ha impactado a los poco más de 2.000 habitantes del pueblo. Algunos de ellos, aún sin creerse lo sucedido, lamentaban la trágica noticia. «Somos un pueblo muy tranquilo y es una pena tener que salir en las noticias por estas cosas», apuntaba Ana, una residente, como ella misma ha dicho, «de toda la vida».