Es lo que ha pasado con las cinco pérgolas del aparcamiento público del Camí de Ses Vinyes de Maó, con capacidad para generar 315.000 kW/h al año. Aunque las obras para instalar la estructura terminaron en marzo de 2022, no ha sido hasta febrero de 2023 que se han colocado los contadores de generación. Once meses han estado los paneles solares sin funcionar, con lo que no se han podido aprovechar unos 290.000 kWh/año. Desde el Ayuntamiento atribuyen a Endesa la demora en la conexión entre la infraestructura y la red eléctrica, aunque afirman que el cien por cien de la potencia de generación ya está repartida en varios consumos municipales, como los colegios y escuelas infantiles que hay alrededor, el polideportivo, la nave de la policía y algunos locales sociales, entre otros. De hecho, los kW asignados al CEIP Mare de Déu de Gràcia han permitido que el centro reduzca la mitad de la energía que consumía antes de la red general. Aparte, desde el Consistorio puntualizan que la energía sobrante se volcará a la red como excedente y con la correspondiente compensación económica para las arcas municipales.
Ardua tramitación
Preguntados por el tiempo que transcurre desde que terminan las obras hasta que se conectan las cubiertas fotovoltaicas, desde Endesa insisten en que la instalación física lleva aparejada una tramitación en la que interviene la administración, el cliente, la comercializadora y la distribuidora. Una ardua tramitación que no se resuelve en días y que supone varios meses, argumentan. En este sentido, aclaran desde la compañía eléctrica, no se trata de que haya una situación de saturación, sino que hay muchos trámites y muchos actores que entran en escena.
Lo ejemplifican con que, una vez la estructura del aparcamiento solar está acabada, hay que hacer adecuaciones técnicas y empezar con una serie de trámites relacionados con la adquisición de licencias y permisos, la conexión a la red, la inscripción en el registro oficial y la modificación del contrato de suministro, entre otras cosas. Asimismo, recuerdan desde Endesa, el procedimiento varía y exige diferente documentación en función de si la instalación de autoconsumo es de pequeña potencia o de más de 100 kW.
Esta burocracia es la que impidió poner en marcha la planta fotovoltaica instalada en las pérgolas que cubren el aparcamiento principal del Aeropuerto de Menorca hasta 19 meses después de que terminaran las obras; y es la misma que frena el avance de la Isla en el cumplimiento de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Balears, que establece la obligación de solarizar todos los aparcamientos públicos de más de 1.000 metros cuadrados antes de 2025.
El apunte
La energía fotovoltaica cubre el 100 % de la demanda del hospital durante más de 3 días