Las trece convocatorias de ayudas sin resolver aparecen en la relación que el propio equipo de gobierno del PP ha facilitado al PSOE en respuesta a una pregunta formulada por la consellera Bàrbara Torrent en el último pleno ordinario de la institución sobre esta cuestión. Algunas de las subvenciones no han sido ni tan solo convocadas, mientras que otras acumulan demoras considerables.
Que queden ayudas pendientes de resolver y abonar de un año para otro no es algo nuevo. En general, la ejecución presupuestaria de las administraciones públicas acostumbra a moverse en porcentajes bajos en determinadas cuestiones. Más conocido suele ser el caso de las inversiones, si se pone el foco en el Consell.
En el caso de las ayudas la demora conlleva un perjuicio directo para las personas que cobran con retraso, a menudo por conceptos que ya se han visto superados en el tiempo. Es el caso de los ayudas para estudiantes, de las cuales este lunes se conocieron las concedidas y denegadas correspondientes al curso escolar 2023/2024. A nivel interno, esta dilación tiene consecuencias en la gestión de los presupuestos, ya que la ayuda, al pasar de un año a otro, pasa a abonarse con el presupuesto posterior al que estaba previsto. Esto puede obligar a realizar ajustes sobre la marcha o a demorar los abonos de las siguientes convocatorias.
Desde el PSOE, la consellera Bàrbara Torrent reconoce que la demora de un año para otro de la resolución de algunas convocatorias de ayudas públicas sucede en cada presupuesto, también cuando gobernaba el tripartito de izquierdas, pero pone el acento en el hecho que este año los retrasos se han incrementado por haber contado el equipo de gobierno del PP con unos presupuestos prorrogados, lo que ha añadido complejidad a los trámites. «Los populares se autodefinen como buenos gestores pero en este aspecto estamos igual que siempre, o incluso peor», expone Torrent.
La representante socialista pone el acento en dos ayudas que se están demorando mucho y que son especialmente sensibles. El primer caso son las ayudas para abonar «medidas de protección integral contra la violencia de género», una convocatoria que se lanzó en marzo con una dotación de 20.000 euros aportados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. La segunda corresponde al programa de Lloguer Estable, de 100.000 euros, cuyas bases se han aprobado en el último Consejo Ejecutivo del año, también el pasado día 20.
En la distribución por departamentos, en la relación aportada por el equipo de gobierno aparecen cuatro líneas de ayudas no resueltas dentro de 2024 en Bienestar Social. A la ya referida de violencia de género hay que sumar las ayudas de apoyo a la inserción y dos que ni siquiera se han convocado. Estas dos últimas nunca las ha llegado a ejecutar el Consell, explica Torrent, porque requieren la previa aprobación de una cartera de servicios, algo que conlleva una importante complejidad. Se trata de las ayudas a personas con discapacidad para mejorar su apoyo a domicilio y aquellas dirigidas a menores de edad en riesgo de desprotección.
De la Conselleria de Cultura, Educación, Juventud y Deportes dependen otras cuatro convocatorias no resueltas: a la producción audiovisual y la creación de artes visuales; a entidades culturales (especialmente relevante por su dotación, 300.000 euros); al fomento de las artes escénicas y a las entidades juveniles o prestadoras de servicios a la juventud.
Además del Lloguer Estable, el área de Ordenación Territorial y Turística tiene pendiente de resolver las convocatorias del sector equino y las competiciones federadas de ámbito nacional o internacional, mientras que el departamento de Medio Ambiente y Movilidad tienen una convocatoria pendiente en cada caso.
Las claves
-
Sin subvención aún para conductores de autobús y camión
-
Violencia de género, 9 meses en espera