Se trata de Carmelo Santacasilda y Jaume Ruau, que junto con otros doce agentes forman la Unidad de Proximidad. «El objetivo es tener un vínculo más directo con los vecinos para identificar sus preocupaciones y, entre todos, encontrar las soluciones más efectivas», explicó el jefe de la Policía Local de Maó, Vicente Vaquero. Con esta reestructuración, el Ayuntamiento también busca mejorar la percepción de la policía y constituir una figura de referencia territorial para la ciudadanía, tal y como ya existía antaño con el agente de barrio. Por ello, diez de los catorce agentes que se han destinado a la Unidad de Proximidad ya tienen asignada un área de actuación. Los cuatro restantes serán de refuerzo.
Cinco áreas de actuación
Habrá dos agentes por área que trabajarán a diario, de lunes a domingo. El Ayuntamiento y la Policía Local han dividido el mapa de Maó en cinco grandes zonas de actuación, que son: el casco histórico; el Camí de Ses Vinyes, Dalt Sant Joan y Poima; Avinguda Menorca, Sínia Costabella, camí d’en Barrotes y Malbúger; Tanques del Carme, Fort de l’Eau, Molí des Pla, Andrea Doria y Sínia Morera; y Sant Climent, Llucmaçanes y las urbanizaciones. Siempre y cuando no haya una urgencia, estos agentes patrullarán a pie, en bicicleta o moto en el área asignada. La intención es, según avanzaron ayer, ir reduciendo cada vez más las zonas e incorporar más efectivos.
«Los perfiles que se han destinado a esta unidad tienen habilidades sociales y saben escuchar a la gente», especificó Héctor Pons, que insistió en la necesidad de la recuperación de los policías que, a pie de calle, «atienden las necesidades de los ciudadanos y ejercen de enlace con el Ayuntamiento».
«Queremos cambiar la filosofía de trabajo y reforzar la presencia»
Adecuar el servicio a las necesidades de la ciudadanía. Este es el objetivo que persiguen tanto el Ayuntamiento de Maó como la Policía Local con la creación de la Unidad de Proximidad. «Queremos cambiar la filosofía de trabajo y reforzar la presencia de la Policía Local en las calles», declaró ayer el jefe de la Policía Local de Maó, Vicente Vaquero, que subrayó que, con este nuevo servicio, los agentes podrán tener un conocimiento concreto de los problemas que existen en cada una de las cinco áreas en las que se ha dividido el municipio para encontrar las mejores soluciones. Ganar visibilidad, presencia y permanencia en la calle, remarcó el alcalde Héctor Pons, permitirá, asimismo, disuadir y evitar molestias que se repiten a diario y que constituyen quejas habituales, como la existencia de vehículos mal aparcados, excrementos de perros en la vía pública o muebles y residuos voluminosos abandonados en la calle.
El apunte
Algunos reclamos: mantener limpia la vía pública y más seguridad