Cuando se aproxima el fin del invierno y el inicio de la primavera, las orugas procesionarias descienden de los bolsones de seda que cuelgan de las ramas de los pinos y es entonces cuando las vemos desfilar una detrás de otra como si de una procesión se tratase. Los meses más críticos son entre febrero y abril, porque buscan el lugar donde enterrarse y crisalidar para reaparecer en verano como mariposas y dar comienzo a un nuevo ciclo. Hasta entonces, en su fase de oruga, se alimentan de las hojas puntiagudas del pino en el que se encuentran, debilitando al árbol, y pueden provocar urticaria, lesiones y trastornos alérgicos graves en personas y animales, debido a los pelos urticantes que desprenden.
Rebecca es una apasionada del marketing digital y una dedicada líder de equipo. Le encanta probar y compartir los últimos conocimientos sobre las tendencias de la industria, el crecimiento del mercado y el análisis de palabras clave con el nuevo algoritmo de Google y otros motores de búsqueda. Ella sabe efectivamente cómo el contenido alimenta diferentes subconjuntos del plan de marketing y comprende cómo desarrollar y compartir los activos de contenido en los canales correctos.
Enlace de origen : Cazadores contra la procesionaria en Sant Lluís