Este último supuesto supondría la despedida final de Rudy Fernández, que colgará la camiseta tras los Juegos de París, pero quiere un adiós de altura, pasando el ‘corte’ de la fase de grupos y peleando por la que sería su cuarta medalla. Misión complicada, pero no tanto la clasificación, pues la cotizada victoria ante Canadá la otorgaría matemáticamente, además de abrir la puerta a un primer puesto de grupo que permitiría evitar a los ‘cocos’ del torneo, especialmente a Estados Unidos, que junto a Francia, Alemania y Canadá cuentan sus partidos por triunfos.
España cedió ante Australia en el arranque, pero supo mantenerse viva a costa de Grecia para tener muchas posibilidades de, al menos, ser tercera en caso de derrota y pasar a cuartos, asegurando el diploma y, con ello, como mínimo un partido más para Rudy ya en París y la ilusión de poder seguir vivos y no irse a las primeras de cambio del último gran torneo del capitán en sus sextos Juegos, un registro único en la historia del baloncesto masculino mundial.
La evolución de Rudy tras sufrir un duro golpe en el cuello y abandonar conmocionado el partido frente a Grecia es otro frente abierto. La evolución ha sido positiva y las pruebas descartaron lesiones de gravedad. A ello se unen las ganas del balear de estar con sus compañeros en un partido trascendental. Y que no quiere que sea el último.
La victoria es sinónimo de clasificación, pero en caso de derrota, habrá que mirar al otro partido del día, el Australia-Grecia, y esperar un triunfo de los oceánicos para descartar a los helenos, que no han ganado ninguno de sus partidos. El escenario del triple empate entre España, Australia y Canadá se plantea y ahí habrá que sacar la calculadora.
En las filas canadienses, talento y calidad NBA se reparten en un plantel que ha entrado en una fase ganadora. Bronce en el pasado Mundial, el equipo que dirige Jordi Fernández cuenta con jugadores determinantes como el base de los Nuggets, Jamal Murray, junto a los Dillon Brooks, Shai Gilgeous-Alexander o RJ Barrett, que quieren confirmas las expectativas que ha generado una selección que pretende hacerse un hueco en el podio de París 2024.
