El estudio, presentado este miércoles por Miquel Àngel Guerrero e Isabel Escartín (FAPA), Núria Llabrés (Justícia Alimentària), Maria Antònia Aloy (Apaema), y Vincent Colom (CERAI), señala que de los 187 comedores escolares que funcionan en Balears, 164 (87,7 %) funcionan en la modalidad de concesión o contrato de servicio por parte de la Administración educativa. Un total de 24 empresas gestionan estos 164 comedores. Más concretamente, sólo seis empresas se encargan del 81 % de los comedores. En Mallorca, cuatro empresas gestionan el 70 %.
Una sola empresa lleva el servicio de 44 comedores escolares. Los 23 restantes están gestionados por asociaciones de familias (15), ayuntamientos de Mallorca (7) y el Consell de Formentera. Los representantes de las entidades criticaron que «en la última licitación de la Conselleria d’Educació i FP, la valoración del producto local y ecológica fue rebajada con el argumento de que, con la crisis, debía prevalecer el criterio económico». Otro dato mostrado por el diagnóstico señala que el 72 % de los comedores escolares con licitación funcionan con un menú transportado, es decir, no disponen de cocina propia. De los no licitados, el 61 % sí dispone de cocina.
Los alumnos usuarios de comedores escolares públicos de Baleares son unos 13.000, el 20 % de los matriculados en centros con esta titularidad. El porcentaje es muy inferior a la media estatal, que es del 44,8 %, si bien el 87 % de los usuarios de las Islas recibe ayudas. Un dato que preocupa a los promotores del diagnóstico, que será presentado próximamente en un documento definitivo, es que el 52 % de los centros con menú escolar no lo integran en su proyecto educativo y es considerado, simplemente, como un servicio externo. Otra cuestión destacada es el incumplimiento de un decreto del Govern sobre la oferta de productos procesados e industriales en las cafeterías de los centros, así como en las máquinas expendedoras.
Ante esta situación y estos datos, las entidades han decidido sumar esfuerzos y crear un grupo para impulsar la mejora de la calidad de los comedores escolares. En este impulso a la mejora de la calidad, se reclama un mayor protagonismo de los productos de proximidad y ecológicos, cuya presencia se considera escasa, lo que representaría un beneficio saludable para los alumnos y también para los agricultores y ganaderos ecológicos y locales.