Acabar las obras de la carretera: prioridad para el gobierno del Consell

La reforma y adecuación de la carretera general de Menorca se han ido demorando y concluir estas obras constituye uno de los principales objetivos del gobierno encabezado por el presidente Adolfo Vilafranca para este mandato. A la demora en la ejecución de esta tan necesaria mejora de la infraestructura viaria insular hay que añadir su encarecimiento. El coste de la actuación en todo el trazado se ha triplicado respecto al importe pendiente del convenio de carreteras que suscribió el Govern con el Gobierno central en 2007 y ya ha pasado a 66 millones de euros.

En el caso del tramo Maó-Alaior, presupuestado inicialmente en 9’1 millones dd euros, en 2015 fue rechazado el pago del sobrecoste de 2,5 millones reclamado por la UTE Dragados-Antonio Gomila, lo que provocó que renunciara a seguir realizando estas obras. Este tramo habría costado 11,6 millones de euros, pero diez años después se calcula que ascenderá a 21,5 millones de euros, con un incremento de un millón de euros cada año. Urge, pues, acabar de una vez por todas las interminables obras de la carretera general. Una actuación que debe ser una prioridad en la hoja de ruta del gobierno del Consell.

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