A los españoles caídos en San Juan y El Caney en 1898

En plena guerra con los Estados Unidos enmarcada en la Independencia de Cuba, unos españoles del Ejército y de la Armada defendieron con verdaderos episodios de heroísmo, unas alturas que dominaban Santiago de Cuba, ante un enemigo muy superior. No sería hoy justo dejar de citar mismos comportamientos en determinadas unidades cubanas y norteamericanas. Señalar que entre estas últimas, se encontraba Franklin Delano Roosevelt, alistado en un regimiento de caballería -los Rought Riders- que combatían desmontados, al haberse quedado rezagados sus caballos en Tampa. El que sería presidente norteamericano durante cuatro mandatos (1933-1945) recibiría a título póstumo la Medalla al Honor en 2001.

Los combates se sucedieron en dos puntos que cerraban los accesos a Santiago de Cuba: en las lomas de San Juan que ha pasado a la historia por ser la batalla más sangrienta de la guerra hispano-cubana- norteamericana y en la inmediata posición de El Caney. En la primera, los americanos tuvieron 1.240 bajas de ellos 144 muertos, contra los españoles que tuvieron 267 bajas y 58 muertos. En El Caney, incluida la posición central de El Viso, seis blocaos y los edificios del pueblo como reductos, los españoles resistieron el ataque de 6.900 hombres de la 5ª División USA durante doce horas, hasta agotar municiones. Sufrieron más de 300 bajas con 34 muertos, entre ellos el general Joaquin Vara de Rey que mandaba la defensa y su sobrino el teniente Alfredo Vara de Rey. Por parte americana contabilizaron 370 bajas y 81 muertos. También hay constancia de 150 bajas cubanas que luchaban junto a los norteamericanos por la independencia de su Isla.

Pero a pesar de la conquista de Loma San Juan y El Caney los estadounidenses se encontraron con otra serie de fortificaciones españolas en La Canosa, posición que cerraba el definitivo acceso a Santiago. Contra ella se dirigirán la misma tarde del 1 de julio. La defendía el coronel de Ingenieros Caula con dos compañías de infantería, una tercera de marineros de los buques anclados en la bahía y los restos de la guarnición de San Juan entre ellos el general Linares. Herido este, muerto el coronel Caula, se recurrió a los hospitales para el refuerzo de La Canosa con 150 heridos y convalecientes. Veinte de ellos murieron.

Por la noche, en un rasgo de heroísmo, el capitán de Navío Joaquin Bustamante, Jefe de Estado Mayor de la Flota, al mando de 100 marineros, intentó reconquistar la loma de San Juan. Herido al frente de sus hombres, morirá días después en el Hospital Militar de Santiago a consecuencia de las heridas. Recibió a título póstumo la Cruz Laureada de San Fernando. El siguiente 3 de julio, las tripulaciones desembarcadas intentaron en un último esfuerzo recuperar La Canosa y San Juan sin conseguirlo. Reembarcados, debieron enfrentarse al mando del Almirante Cervera, a una nueva tragedia: la salida de la Bahía de Santiago.

2 no es cuestión de entrar hoy en los combates de hace mas de un siglo en nuestra hermana Cuba, donde hoy, en un parque inmediato a la Loma de San Juan, bajo una ceiba que se conserva, en la que se acordó la capitulación de Santiago, se conservan unas placas o tarjetas con los nombres de los norteamericanos y cubanos muertos en aquella acción.

¿Debe extrañarnos que asociaciones españolas en buen acuerdo con las autoridades cubanas, quieran perpetuar también el nombre del centenar de españoles de los Regimientos «Talavera nº4», «Provisional de Puerto Rico nº1», «52 de Montaña»,    «Constitución nº29»,    «Cuba nº65» y «Asia 55» o de las tripulaciones del «Oquendo», «Cristobal Colón», «Infanta María Teresa» y «Plutón» que dieron su vida en aquellas lomas?.

Es lo que pretenden la Asociacion Cultural «Regreso con honor», la Asociación Familia Cervera, la Red de Fortificaciones de España y la Asociacion de Amigos del Castillo de Montjuïc, que además de luchar por desbloquear un convenio Defensa-Generalitat-Ayuntamiento de Barcelona sobre el Castillo, que lleva 17 vergonzosos años metido en un cajón, en buena sintonía con las autoridades cubanas con las que colabora asiduamente, pretenda perpetuar el recuerdo de nuestros compatriotas.

¡Un sencillo presupuesto de 15.000 euros, aunque parezca imposible, no ha encontrado eco en administraciones concernidas como Defensa o Exteriores. ¡No me lo podía creer cuando en un reciente Congreso de Fortificación celebrado en Tarifa me lo expusieron tanto cubanos comprometidos, como una inagotable presidenta de la Asociacion de Amigos de Montjuïc, Carmen Fusté!

Hoy se recurre a la suscripción popular, de españoles orgullosos de su Historia, que no pueden ni quieren olvidar, a quienes dieron su vida en nuestra hermana isla de Cuba. (1)

(1)    Donaciones a la cuenta «Fallecidos Loma San Juan 1898-Santiago de Cuba»:

ES53 0128 0502 9401 0001 7216.

Se extenderá la correspondiente certificación.

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